martes, 22 de octubre de 2013

UN NOMBRE

Y aquí, sentada en cualquier sitio de la clase número 10 de la facultad, la voz de profesora de literatura resuena en mi mente, pero lo hace de manera lejana, como un leve ronroneo o una brisa mañanera de esta estación. Lo intento, pero no soy capaz de atender: la temática me resulta sumamente aburrida y repetitiva, pues nada nuevo estoy aprendiendo sobre Lázaro de Tormes y su amo el ciego. Así que me pongo a pensar.


Pienso sobre lo que soñé hace unas noches. Aunque sé que no lo soñé, que pasó de verdad, porque estaba muy despierta. Pero intento engañarme a mi misma, repitiéndome una y otra vez que sólo fue un mal sueño, fruto de mis miedos más irracionales.

Pero en momentos como estos, con la voz de mi profesora como banda sonora, no puedo seguir fingiendo. Pasó. Pero no estoy enfadada, sólo decepcionada, pues mis miedos se hicieron realidad por un segundo, saliendo con un hilo de voz por su dormida garganta. Un nombre. El que menos deseaba oír. Lo había pronunciado en sueños, en el momento menos oportuno, pues yo estaba despierta. Un nombre, y no era el mío. Un nombre, y deseé morir, pues parecía salir con pasión.

¿Qué soñabas, mi vida? Me pregunto desde entonces, aunque no me salen las palabras.

Sólo fue un sueño. Un mal sueño. Y no hay más vueltas que darle.



No hay comentarios

Publicar un comentario

© Smoking Crayons
Maira Gall