martes, 1 de septiembre de 2015

SANGRE POR SANGRE (I)




Todo estaba preparado para la misa negra de esta noche. Cada uno de los brujos y brujas del pueblo habían sido avisados a través de la marca del Diablo, y esperaban a que diesen las doce para reunirnos en el claro más allá del bosque. Nuestro pequeño aquelarre nunca había superado las trece personas, pero aún así, todo el mundo sospechaba de nosotros. Pocos eran, en realidad, los que se habían atrevido a acusarnos de brujería, y para aquellos que lo hacían, les esperaba un lugar privilegiado en nuestras reuniones: el sacrificio.
¿Y la Inquisición, preguntarás? En nuestro pequeño pueblo, dichas acusaciones jamás llegaban a oídos de la Inquisición; de eso me encargaba yo, Alastor, el humilde alcalde de Old Oak. Como líder indiscutible del pueblo y del aquelarre, ejercía de filtro en lo que se podía y no se podía decir. ¿Brujas? Sacrificio. ¿Demonio? Sacrificio. Gracias a mi impoluto trabajo, los trece podemos andar libres por las calles del pueblo y realizar nuestros sacrificios con toda tranquilidad.

La víctima de esta noche había sido elegida concienzudamente por mí. Esa pequeña zorra tenía que aprender a no rechazar a nadie, y menos si ese alguien es el alcalde y tiene en sus manos tanto poder. ¿Me rechazas? Sacrificio. Era mi derecho de pernada particular. Tal vez no era un señor ni tenía un caserío, pero os aseguro que tengo mis modos de conseguir lo que quiero. Y, cuando no lo hago... bueno, ya sabréis por dónde van los tiros.

Había llegado al claro de los primeros, acompañado por otros dos brujos que cargaban con aquella chiquilla que había tenido la osadía de rechazarme. Sus piernas desnudas estaban llenas de arañazos tras ser arrastrada por la maleza del bosque. Las marcas rojas con la sangre caliente eran una visión que se me hacía extrañamente erótica, pero uno debe mantener la compostura. Con sumo cuidado colocamos el cráneo de un carnero sobre su rostro, preparándola para la misa y atando sus manos tras un poste estratégicamente colocado al lado de la hoguera central. Las sombras del fuego se movían sobre su cuerpo como una danza siniestra y mística, de modo que los ojos del carnero parecían relucir como si tuvieran vida propia.

Sonreí satisfecho. Pronto mi venganza personal llegaría a término, y era una satisfacción casi mayor que la de tener a esa chiquilla entre mis piernas. A medida que el resto del grupo llegaba al claro nos íbamos saludando. A muchos de esos compañeros de aquelarre los había visto crecer. Siempre habían vivido en Old Oak... Menos Gytha. Aquella mujer, que por el día parecía una simple panadera, acababa como quien dice de llegar al pueblo. Ella sola, sin marido... al principio había levantado sospechas, pero pronto las había acallado. Si esa mujer supiera lo que había hecho por ella... (me habría abierto de piernas a su hija sin reproches).

Una vez reunido todo el aquelarre, se fueron colocando delante de la hoguera para el ritual de invocación, y yo, como siempre, me coloqué detrás del altar, vigilando a mi presa y dejando que los brujos y brujas bailasen, cantasen y se descontrolasen en presencia de Lucifer. Las mujeres lo besaron, los hombres lo adoraron, y todos disfrutaron.

— ¡Amigos! — exclamé, interrumpiendo el glorioso festejo —. Ha llegado la hora de ver saciadas nuestras ansias de sangre — señalé el cuerpo de la virgen y una ola de aplausos y vitoreos acompañó a mis dos ayudantes mientras descolgaban a la joven y la colocaban sin mucho cuidado sobre el altar de piedra, adecuadamente preparado, rodeado de velas negras. El agradecido público empezó a entrar en una especie de trance, lanzando hechizos al aire, entonando una siniestra melodía, mientras yo desnudaba lentamente a la joven, lamiendo su piel, acariciando sus pechos —. Esta pequeña zorra ha osado rechazarme. ¿Cuál ha sido su precio por conservar su virginidad?

— ¡El sacrificio! — exclamaron todos, entre gemidos, cantos y bailes.

— El sacrifico — añadí yo, para darle importancia a la escena.

Cuchillo en mano, levanté el cráneo de carnero que cubría el rostro de la joven, e hice amago de apuñalarla, cuando una repentina voz interrumpió la tan deseada acción.

— Alda — Gytha se hallaba de pie entre el pequeño grupo, llorando —. Mi hija… ¿Por qué, Alastor?






¿Te ha gustado?
Este texto ha sido escrito entre Gema Vallejo y yo,
¿eres capaz de indentificar quién es quién?

Te invito a leer la segunda parte de este relato
#ProyectoParaDos en el blog de Gema.

¿Te imaginas cómo acabará esta historia?
Está en tus manos averiguarlo.

Aquí tienes la lista de todos los participantes de #ProyectoParaDos, 
un proyecto, cómo no, organizado por Reivindicando Blogger.

8 comentarios

  1. Me ha dejado el corazón en un puño. Si es que no se me puede poner a leer cosas de brujas y demonios, porque me pierdo. Es genial, chicas, es G-E-N-I-A-L con todas las letras y las que queráis añadir a mayores.
    Ay, en serio, tengo la patatuela acelerada. Y al alcalde le iba a dar yo golpe de remo por gilipollas.
    Me teletransporto donde Gem para seguir leyendo.
    Un beso,
    C.

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  2. AY, DIORRR MÍO, QUE ES LA HIJA DE GYTHA. ESO SI QUE NO ME LO ESPERABA, AY.

    A ver, voy a intentar centrarme. Es genial, sublime, con una temática que personalmente me enamora y que habéis cogido de una forma magnífica. Alastor me parece un personaje muy redondo, muy completo y metido en escena - aunque me recuerda a Antonio Recio cuando dice que te confisca el felpudo, pero esto tiene que ver con mi grado de idiotez -. Estoy deseando saber cómo continúa, así que me voy corriendo al blog de Gema, no sin antes daros la enhorabuena. Espero que volváis a trabajar juntas, sois un equipo genial.

    Un frío beso,

    Emily

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  3. QUÉ FINAL. Me encanta todo el tema de las brujas, de la Inquisición y todo esto y es que ay. Es fascinante, y me gusta muchísimo ese toque gracioso que le has dado con «¿Brujas? Sacrificio. ¿Demonios? Sacrificio». Estoy deseandísimo leer la parte de Gema, ¡voy a ello sin más dilación!

    ¡Un beso!
    Paco M.

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  4. Uuuuuh, lo de dejarlo justo donde lo habéis dejado está planeado para que sigamos leyendo, ¿eeeeh? ;D Qué pillinas, pero hacéis bien xD
    En fin, menudo hijo de puta el alcalde. Ahí sea el que se queme en la segunda parte, a la que voy ahora mismo muy intrigada.
    ¡Un abrazo!

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  5. OMG, qué impresionante. Qué horrible alcalde, pobre chica. Muero de ganas de saber cómo sigue, pero antes voy a felicitarte por tu parte del relato. Me ha encantado.
    ¡Un beso!

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  6. Tenía tantas ganas de leer la segunda parte que se me olvidó dejar un comentario aquí. Tras leer ambas he de decir que me ha gustado mucho la historia y los personajes. Es cruel y resulta muy intrigante al principio. La idea de que sean los dos personajes los que lo cuenten es un puntazo.
    Un fuerte abrazo,
    María

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  7. Hey, te he nominado a un premio en mi blog, espero que lo hagas linda ♥http://paginasypalabrasolvidadas.blogspot.com/2015/09/1-liebster-award.html

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  8. ¡Hola! Wow... lo leí en un momento de que me atrapó, jaja. Veo que compartimos el gusto por la escritura :) ¨¡Felicidades!

    Ya te sigo, y espero que podamos ser seguidores y que puedas pasar también por mi blog, en el que por cierto, tengo un sorteo activo en el que puedes participar si lo deseas :) Mucho gusto, ¡y nos estamos leyendo!

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