jueves, 19 de noviembre de 2015

EL MALDITO (II)

Cayó de rodillas, maldiciendo al aire su estupidez. Tarah había desaparecido y jamás regresaría: era muy consciente de ello. ¿Qué haría ahora? Necesitaba tranquilizarse, no podía dejar que su nueva naturaleza animal lo dominase otra vez de esa manera. La última había sido fatal. Juró ante la suave brisa de aquella mañana que esa zorra pagaría por llevarse su corazón.

Avanzó a trompicones por el suelo seco, rompiendo pequeñas ramitas del bosque colindante, que se quebraban como cristal bajo su peso. Tenía hambre. Mucha hambre. Pudo sentir como sus colmillos asomaban, anhelando sangre fresca. Se encorvó al escuchar un ruido muy cerca de él: todos sus sentidos se pusieron sobre alerta. Alguien venía. Y sin poder dominarse, se abalanzó sobre quien fuera que se estaba acercando y mordió. Mordió hasta poder notar la sangre fresca brotar a borbotones del cuello de su víctima. Saboreó el dulce néctar de vida y se relamió.

Una vez satisfecha su necesidad más básica, se enderezó, se sacudió la suciedad de la ropa y enfocó la vista. Lo peor de perder el control era, sin duda, el hecho de no poder ver absolutamente nada: un mar rojo, eso era lo único que se apreciaba en ese estado. No le prestó ninguna atención a su víctima, la dejó tirada en el suelo, casi sin vida.

Ella gimió, y él se dio la vuelta.

La imagen fue espantosa. La peor de las pesadillas se encontraba delante de él. Tarah. Era ella y estaba ahí, en el suelo, desangrándose, tan dulce y tan delicada como siempre. Era casi como una aparición, un ángel teñido de rojo.

Se abalanzó otra vez sobre ella, pero esta vez no para morderla, sino para intentar socorrerla.

– ¡Tarah! ¡Tarah! – la zarandeó con suavidad para despertarla, pero sólo consiguió arrancarle unos cuantos gemidos. Decidió, pues, llevarla a la posada que acababa de dejar momentos antes. Tumbada ya sobre la cama, la joven se recuperó por fin de su ataque. Abrió los ojos lentamente, intentando enfocar para mirar a su alrededor, cuando lo vio. Gritó con todas sus fuerzas, hasta rompérsele la voz. Gritó como si su vida dependiera de ello, y, echando la vista atrás, en cierto modo, así era.

– ¡ALÉJATE DE MÍ, MONSTRUO!

– Eh, eh. Tranquila, Tarah, soy yo… ¿No me reconoces? – ¿Pero cómo iba a reconocerlo, si no lo hacía ni él? Trató de consolarla, pero la respuesta que obtuvo de esta fue devastadora.

– ¿Quién es Tarah? – contestó la muchacha –. ¡No sé de qué me hablas! ¡Pero tú me atacaste! ¿Por qué? ¿Quién eres? ¡AYUDA!

– ¡Cállate, maldita sea! – No era Tarah. Pero era ella. Era su cuerpo, su cara, su pelo, sus ojos… todo ella –. No puedes ser una coincidencia. ¿Quién eres, joder, quién eres?

– Mavis. Me llamo Mavis. ¡No me hagas daño, te lo suplico! – se llevó la mano al cuello y rompió a llorar.

– Está bien, tranquila. Tranquila. No te volveré a hacer daño, Ta… Mavis –. Necesitaba averiguar por qué aquella muchacha se parecía tanto a su hermana. Necesitaba averiguar qué ocurría, y sobre todo, necesitaba recuperar el alma, malamente arrebatada por esa maldita zorra.



0. El cementerio de lo fantástico (entrada informativa)
1. Apertura - Emily B. Rose
2. El iniciado
   2.1. El iniciado (I) - Victoria Prince
   2.2. El iniciado (II) - The Crazy Writter
   2.2. El iniciado (III) - Angellica L'Arc en Ciel
   2.4. El iniciado (IV) - Emily B. Rose
3. El maldito
   3.1. El maldito (I) - Angellica L'Arc en Ciel
   3.2. El maldito (II) - Victoria Prince
   3.3. El maldito (III) - The Crazy Writter
   3.4. El maldito (IV) - Emily B. Rose
4. Desmentiras
   4.1. Desmentiras (I) - The Crazy Writter
   4.2. Desmentiras (II) - Angellica L'Arc en Ciel
   4.3. Desmentiras (III) - Victoria Prince
   4.4. Desmentiras (IV) - Emily B. Rose

7 comentarios

  1. Wow!! 😳Me encanta!!! Me parece que lo has puesto superinteresantísimo xD Me ha gustado mucho que Tarah sea su hermana y que su victima tenga su cuerpo es genial. Te ha quedado estupendo. Además escribes superbonito como siempre 😍😍

    Un besote sister cow

    Angie

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  2. Genial!!!
    Es increible el giro que ha dado... Es fantastico y brutal! Hay que recuperar el alma de Tarah!!! Es que nadie piensa en las almas perdidas??? Aunque claro, teniendo un precioso cuello lleno de fresca sangre es normal que las prioridades se nublen...

    Me ha gustado mucho!

    Habra que pensar una magnifica continuación para esta historia.

    Un besote, sis crow!!!

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  3. ¡Genial! ¡Me encanta cómo escribís!
    Necesitamos recuperar a Tarah! Me quedé con muchas ganas de seguir leyendoo!
    Nos leemos!!

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  4. Es sensacional, Vic, realmente genial. El cómo describes el simple acto de desangrar, de devorar, y lo tajante de cada movimiento bestial resulta magnífico, te mete de lleno en la acción. Y Mavis, ¡oh! vaya un misterio nos planteas. Anonadada me hallo, sinceramente. Estoy feliz de leerte otra vez, enhorabuena, me ha encantado.

    Un frío beso,

    Emily

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  5. ¡Hola!
    Te nominé en un book tag :)
    Aquí te dejo el enlace:http://books-for-our-minds.blogspot.com.es/2015/12/book-tag-best-blog-2.html
    ¡Nos leemos!

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  6. Hola, acabo de llegar a tu blog y es precioso, muy limpio y ordenado. Me he quedado entre tus seguidores Victoria. Como soy nueva, estoy un poco perdida, ¿esto está escrito por ti? Si te pasas por el mío ya me contarás.

    Un abrazo.

    Te espero en La Reina Lectora ❤

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  7. Hola! Soy Prai de Viajes por los libros y te he nominado para el Best Blog y para la Libster Award, para mas información pásate por aquí: http://viajesporloslibros.blogspot.com.es/2016/02/best-blog-y-libster-award.html

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